Prevenir la obesidad con las mandarinas

La mandarina es una fruta de pequeño tamaño y un sabor agradable que deleita el paladar. En su composición química pueden destacarse nutrientes de gran importancia para el cuerpo humano como el ácido fólico, la provitamina A, la vitamina C, potasio, magnesio y fibras. Además, aporta muy pocas calorías. Sin embargo, ahora su consumo cobre nueva importancia debido al reciente descubrimiento sobre su función preventiva de la obesidad.

En este sentido, especialistas de la Universidadde Ontario Occidental han mostrado que el consumo frecuente de mandarina pudiera prevenir la obesidad y otras patologías como la aterioesclerosis y la diabetes tipo 2 (siempre que estas sean consecuencias del sobrepeso).

Según los investigadores esta acción se debe sobre todo a un componente esencial de la mandarina: el flavonoide nobiletina, responsable del control de la grasa en el organismo humano. Para arribar a estos resultados, se alimentaron a ratones con una dieta rica en azúcares y grasa, administrándole a una parte de ellos nobiletina, uno de los componentes esenciales de la mandarina.

Como resultado, obtuvieron que los ratones que habían consumido esta sustancia no experimentaron niveles de colesterol, glucosa, insulina o triglicéridos elevados, a la vez que ganaban peso de manera normal. De esta forma, la nobiletina evitaba la concentración de grasas en el hígado estimulando además la expresión de los genes implicados en el proceso de quema de grasa e inhibiendo a los genes relacionados con la producción de grasas en el organismo.

Así, como se conoce que uno de los factores esenciales en la aparición de la obesidad es la acumulación de grasas en el organismo, con la ingestión de este flavonoide se previene el sobrepeso y como consecuencia, las enfermedades que éste puede provocar.

Por tal razón, los especialistas recomiendan insertar en nuestra dieta unas cuantas mandarinas para regular la acumulación de grasas en el organismo y evitar así la aparición del sobrepeso.