Pastillas para broncearse: ¿Positivas?

Lograr una piel bronceada en época de verano no es difícil pero cuando los rayos de sol dejan paso a las nubes, es una cuestión mucho más complicada. Por eso muchas personas echan mano a las pastillas para broncearse, una opción rápida y eficaz que les permite obtener el color que desean.

Entre los componentes de estas pastillas figuran el betacaroteno, la vitamina E, el licopeno, el polipodium y la luteína, todos están encargados de acelerar el proceso de formación de la melanina, a la vez que contrarrestan con su carácter antioxidante los efectos nocivos del sol. Así, suelen provocar un efecto bronceado sobre la piel, a la vez que la protegen del cáncer producido por los intensos rayos ultravioletas.

Sin embargo, no todos las variedades de este tipo de pastillas resultan beneficiosas para la salud. Al respecto se conoce que los autobronceadores, por ejemplo, ya sean en toallitas, cremas o spray producen una reacción química directa de oxidación sobre la capa cutánea más externa de la piel. De esta manera, solo le proporcionan el color a la capa externa de la epidermis sin penetrar en ella, de manera que no son perjudiciales para la salud.

Sin embargo, al no actuar sobre la producción de la melanina, el pigmento que le confiere color a nuestra piel, no ayudan tampoco a la protección de los rayos solares sobre nuestro cuerpo, de manera que el riesgo de padecer cáncer de piel aumenta con el empleo de estos autobronceadores.

De manera similar, se conoce que el Melanotán, un fármaco aún no autorizado y en fase de experimentación, pero que presenta elevados niveles de ventas en Internet provoca efectos nocivos en la salud de las personas.

En este sentido, los dermatólogos de varios hospitales han descrito la aparición y multiplicación de diversos lunares melanocíticos luego del empleo de este fármaco. O sea, que aunque todavía no pueden aseverarse sus efectos potenciadores del cáncer melanoma, existen indicios que apuntan a esta relación.

Es por ello, que los especialistas aseveran que de emplearse las píldoras de bronceado, debe prestarse especial cuidado a la acreditación de la misma, y sobre todo, a la consulta de un médico que avale su consumo.