Lavarse las manos: ¡Cuidado con el jabón líquido!

Lavarse las manos es una medida higiénica indispensable para mantener una adecuada limpieza personal y evitar la infección por múltiples enfermedades como el resfriado común, la gripe, la meningitis, la hepatitis A e incluso la mayoría de los tipos de diarreas infecciosa. Sin embargo, para obtener estos resultados resulta esencial lavarse las manos de manera adecuada y emplear jabones en barra o líquidos que realmente eliminen los restos de bacterias de nuestras manos.

En este sentido, un reciente estudio publicado en la revista “Applied and Environmental Microbiology” analizó los recipientes recargables de jabón líquido empleados en un colegio, donde no se recambiaba ni la boquilla dispensadora ni el contenedor. De esta manera, midieron el número de bacterias gram negativas en las manos de los estudiantes y del personal del colegio antes y luego de utilizar este tipo de jabón.

Como resultado, apreciaron que el número de bacterias se había multiplicado por 26 después de un lavado con ese jabón líquido contaminado. Al respecto la Organización Mundial de la Salud(OMS) alertó sobre el empleo de los dispensadores de jabón líquido que son rellenados y que pueden contener bacterias propias de los restos en el fondo y en la boquilla de los contenedores de jabón que no se desechan.

Por ello, los especialistas afirman que de no contar con contenedores de jabón líquido totalmente higienizados, es preferible utilizar los jabones de barra que aunque no tengan el mismo efecto antimicrobiano, el propio arrastre ya reduce la carga bacteriana de la capa más superficial de la piel.

También recomiendan emplear los pasos adecuados en el lavado de las manos y que incluyen: mojar bien las manos, aplicar el jabón suficiente para cubrirlas totalmente y luego frotar toda la superficie durante unos 20 segundos, prestando especial atención a la palma y el dorso de la mano, las muñecas, la zona entre los dedos y sobre todo las uñas. Y por supuesto realizar esta acción, antes y después de ir al baño, antes de comer cualquier alimento, luego de estornudar, toser o estar en ambientes contaminados.