Los atracones: Una mala costumbre que pasa factura

El fin de año, las navidades, las vacaciones, una fiesta… todos son momentos donde la mayoría de las personas se permite un exceso en su dieta cotidiana. En muchas ocasiones, después de tanto tiempo de restricciones, la intención de comer “sólo un poco más” se convierte en un verdadero atracón.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Linköping en Suecia y publicada en la revista Nutrition and Metabolism alerta sobre el peligro de los atracones afirmando que el daño que ocasionan los mismos es mucho peor que el simple aumento de peso que éstos provocan. ¿Por qué? Sencillamente porque generalmente se puede recuperar el peso pero la grasa que se acumula durante estos atracones suele mantenerse, al menos, durante 2 años y medio.

Estos investigadores trabajaron con un total de 18 personas que dividieron en dos grupos que fueron sometidos a pautas alimenticias diversas. Uno de estos grupos debió reducir su actividad física y se sobrealimentó en determinados momentos hasta en un 70% más de lo común (atracones); mientras que el segundo grupo continúo con sus costumbres normalmente.

Así, puedo comprobarse que las personas que se sometían a atracones con cierta asiduidad había aumentado una media de 6.4 kilos pero a los seis meses (regresando a su vida habitual) ya habían perdido este exceso de peso.   

No obstante, lo curioso fue que al cabo de un año se volvió a medir la cantidad de grasa corporal de las 18 personas y se pudo apreciar que aquellos que fueron sometidos a los atracones, presentaban una cantidad de grasa corporal significativamente mayor, en comparación con las personas que evitaban los atracones.

Al pasar 2 años y medio se repitió esta medición y los resultados no sólo persistían sino que las diferencias en la grasa corporal se había acrecentado entre ambos grupos. Los investigadores afirman que un corto periodo de exceso con la comida y la falta de ejercicio físico termina pasando una factura muy alta, aún si perdemos peso.

Así, la conclusión resulta evidente: debemos evitar los atracones, no sólo por la pérdida de peso que estos provocan sino por sus efectos para la salud que son observables a largo plazo.