Las afecciones bucales más comunes

La preocupación por la higiene y la salud bucal resulta cada vez mayor en la sociedad actual; sin embargo, aún la causa principal de visitas al dentista son las afecciones bucales en vez de las revisiones preventivas. De esta manera, aunque tenemos a nuestra disposición numerosos medios para reducir los problemas buco-dentales, realmente esto no sucede debido a que son pocos los que asumen las medidas higiénicas adecuadas.

Así, entre las afecciones buco-dentales más frecuentes en el dentista se encuentran las placas, que son un conjunto de bacterias que se instalan en la superficie de los dientes y las encías formando una película pegajosa e incolora. Esta afección constituye a su vez la principal causa de aparición de las caries y de la enfermedad de las encías siendo de fácil eliminación con un cepillado adecuado.

También resulta muy común encontrar la formación del sarro, que consiste en el endurecimiento de la placa bacteriana y que se encuentra generalmente en la base de los dientes, el borde de las encías o debajo de éstas.

Resulta usual además la aparición de las llamadas caries que aparecen como consecuencia de una deficiente higiene bucal (que permite que se acumulen alimentos en la boca que poco a poco destruyen el esmalte de los dientes). De esta manera, la producción de los ácidos de los alimentos atacan progresivamente la estructura debilitada de los dientes hasta llegar a su raíz.

Entre las afecciones bucales más comunes también aparece la enfermedad periodontal. Esta es una patología crónica que se desarrolla debido a la existencia de una placa bacteriana que conduce a la pérdida del soporte periodontal de los dientes, o sea del hueso que lo sujeta.

En este sentido, también es frecuente la visita al dentista por casos de halitosis o mal aliento como resultado de una inadecuada higiene bucal o a una enfermedad de las encías.

Afortunadamente, todas estas afecciones podrían resolverse con medidas preventivas como un adecuado cepillado en los dientes, el consumo reducido de alimentos como el azúcar que afectan el esmalte y la visita regular al dentista.