La dieta libre de gluten: Todo lo que deberías saber

La celiaquía, también conocida como intolerancia al gluten, es una enfermedad que afecta a entre el 0,7% y 1% de la población. Se trata de un trastorno causado por una reacción autoinmune a los componentes del gluten, por lo que su tratamiento consiste en eliminar los alimentos que contienen gluten de la dieta. Sin embargo, los celíacos no son los únicos que mantienen una dieta libre de gluten, cada vez más personas apuestan por este regimen. De hecho, se conoce que el 30% de los americanos intentan evitar el gluten.

El problema radica en que la gliadina, una de las proteínas del gluten, tiene efectos perjudiciales para la salud. De hecho, quienes no padecen de celiaquía pero son sensibles a este nutriente (entre el 0,5% y 13% de las personas) pueden sufrir diarreas, dolores estomacales, fatiga, depresión y otros síntomas asociados.

Asimismo, estudios recientes realizados por especialistas de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health y el Massachusetts General Hospital for Children han encontrado que el gluten puede estar relacionado con algunas patologías crónicas ya que al mantener una dieta libre de este componente, las personas que padecían problemas como la esquizofrenia, el autismo y la ataxia cerebelosa han mejorado.

¿Qué alimentos debes evitar?

Evidentemente, en una dieta libre de gluten se deben evitar los alimentos que contienen gluten de forma natural o procesada. Por tanto, debes eliminar de la dieta el trigo, la harina de trigo, el centeno, la avena y la cebada; así como los alimentos a base de harina de trigo como las pastas, los pasteles, los cereales, las galletas y el pan.

Asimismo, debes evitar consumir las carnes en conserva y los embutidos, los quesos fermentados y cremosos, los helados, los caramelos, las salsas, los aliños, la cerveza y el whisky. Además, tienes que estar atento a las etiquetas de los alimentos procesados pues cada vez es más frecuente encontrar gluten en cualquiera de ellos. Esto se debe al hecho de que el gluten confiere a los alimentos una textura agradable y elástica, por lo que se utiliza con frecuencia en su fabricación.