¿Cómo funcionan las dietas bajas en carbohidratos?

En los últimos tiempos se han puesto en entredicho las dietas bajas en carbohidratos pero lo cierto es que decenas de estudios científicos han demostrado su eficacia para perder peso. De hecho, según estas investigaciones, pueden promover una pérdida de peso 2 o 3 veces superior al resto de las dietas.

Además, también son seguras para la salud y contribuyen a disminuir los niveles de triglicéridos, el colesterol malo y la glucosa en sangre. Por si fuera poco, las dietas baja en carbohidratos nos ayudan a eliminar la grasa abdominal y la grasa interna, que es la más peligrosa ya que recubre los órganos y afecta su funcionamiento.

El mecanismo de la dieta por dentro

Los expertos en nutrición aún no han llegado a un consenso sobre los mecanismos de acción de las dietas en carbohidratos, una de las teorías más populares se basa en su acción sobre la insulina, que es una de las hormonas más importantes del cuerpo y se encarga de regular los niveles de glucosa en sangre y la cantidad de energía que se almacena. De hecho, una de sus funciones es decirle a las células que produzcan y almacenen grasa o que utilicen la que ya se había almacenado. Por tanto, la insulina estimula la lipogénesis (producción de grasa) o la lipolisis (quema de grasas).

Como podrás suponer, una dieta baja en carbohidratos reduce drásticamente los niveles de insulina. En práctica, lo que sucede es que la grasa deja de estar “bloqueada” en las células y nuestro organismo comienza a utilizarla como fuente de energía, razón por la cual podemos perder peso con mayor rapidez.

Sin embargo, esta no es la única razón por la cual las dietas ricas en carbohidratos son tan eficaces. De hecho, muchos de estos regímenes incluyen un aumento del consumo de proteínas, lo cual incrementa el gasto metabólico, nos hace quemar más calorías y aumenta la masa muscular.

Como resultado, tenemos menos hambre y somos más propensos a reducir la ingesta calórica. Además, no debemos olvidar que las dietas bajas en carbohidratos eliminan precisamente muchos de los alimentos más nocivos para nuestra salud y que más calorías nos aportan, como las gaseosas, las pizzas, el pan blanco, las patatas fritas y los alimentos procesados y ricos en azúcares.