Cálculos y colesterol: ¿Están relacionados?

Los cálculos biliares o renales son concentrados de diversos elementos, ya sean minerales, grasas, u otros, que forman estructuras densas al interior de los riñones o en las vías descendentes que van hacia la uretra. En una gran cantidad de casos, estas estructuras suelen obstruir los conductos donde se forman y llegan a producir cólicos caracterizados por un dolor agudo y penetrante.

En lo que respecta a sus causas, realmente aún no se conoce con certeza qué condiciones son las que provocan la formación de cálculos. No obstante, numerosos estudios han señalizado hacia una dieta inadecuada que da lugar a un exceso de minerales, lipoproteínas y colesterol en el organismo.

Sin embargo, un reciente estudio publicado en la Journal of Hepatology y realizado por investigadores del Hospital dela Universidad de Copenhague asevera que la presencia de colesterol en la sangre no parece estar relacionada con la aparición de los cálculos.

Al respecto, los investigadores analizaron el nexo existente entre las variaciones genéticas que influyen en la presencia de colesterol de lipoproteínas de baja densidad y el desarrollo de colelitiasis (cálculos de colesterol o biliares).

De esta manera, determinaron que los elevados niveles de colesterol de lipoproteínas de baja o alta densidad en sangre no provocan la aparición de los cálculos biliares o colelitiasis de manera directa. Así, el nivel de colesterol en sangre por sí solo, según este estudio, no modifica la producción de colesterol biliar. Sin embargo, los investigadores hallaron una profunda relación entre la saturación excesiva de la bilis con colesterol y el desarrollo de los cálculos biliares.

Así mismo, encontraron evidencia de que el tratamiento con fármacos para disminuir el colesterol reduce también el riesgo de desarrollar cálculos biliares. Por tal razón, una excelente manera de prevenir ambas patologías sería con la terapia farmacológica dirigida a disminuir los niveles de colesterol en el organismo.

No obstante, los especialistas refieren que estos resultados deben ser comparados con otras investigaciones que patenticen certeramente la mínima relación entre el colesterol y la formación de cálculos en el organismo.