Lesión por congelación, lesión de la piel y a veces de los tejidos profundos debida a la congelación o formación de cristales de hielo en las células. La lesión por congelación se produce cuando la temperatura del aire es inferior a -12 °C, si bien puede aparecer a una temperatura próxima al punto de congelación (0 °C) cuando se suman otros factores, como fuertes vientos, humedad, o enfriamiento general del cuerpo. La lesión por congelación produce al principio pocas molestias, y la víctima puede no ser consciente de ella debido a que el frío tiene un efecto anestésico sobre los tejidos. Esta lesión se desarrolla en tres etapas: enrojecimiento de la piel, formación de ampollas, y finalmente, muerte de las células de la piel y de los tejidos subyacentes. En los vasos sanguíneos se suelen formar coágulos. En los casos leves se forman sabañones. Los casos más graves pueden provocar una peligrosa gangrena. La circulación de la sangre impide el inicio del proceso de congelación. Las partes del cuerpo que se afectan con más frecuencia son las manos, los pies (en especial los talones y los dedos), las orejas, las mejillas, la barbilla y la nariz. El tratamiento de primeros auxilios recomendado para la lesión por congelación es la aplicación de calor suave sobre las zonas afectadas, y si es posible su inmersión en agua caliente. El masaje vigoroso se debe evitar ya que puede producir una lesión mayor de los tejidos dañados.