Un estudio científico compara la eficacia de las dietas ¿Cuál es la mejor?

Cada vez nos preocupa más lo que comemos pero lo cierto es que la ciencia de la nutrición resulta bastante contradictoria. Un mes descubrimos que lo que decían el mes anterior es erróneo y que debemos cambiar algunos de nuestros hábitos alimenticios. Sin embargo, más allá de estas contradicciones, marcadas por el avance de la ciencia, lo que no está en tela de juicio es que la dieta nos puede añadir o restar años de vida y es un factor determinante para la aparición de diversas enfermedades, sobre todo las metabólicas.

Ahora investigadores de la Universidad de Yale han decidido analizar profundamente los diferentes tipos de dieta para hallar las más saludables. Ni cortos ni perezosos, compararon diferentes regímenes dietéticos, desde la dieta mediterránea hasta la vegana y la paleolítica.

Después de analizar minuciosamente las diferentes dietas, estos investigadores llegaron a la conclusión de que ningún régimen es claramente superior a otro ya que todos tienen patrones de alimentación que pueden ser beneficiosos para la salud.

Señalan, por ejemplo, que las dietas basadas en vegetales están asociadas a una reducción de los casos de cáncer y enfermedades de corazón, sobre todo aquellas que no solo incluían frutas y verduras sino también granos enteros, frutos secos y semillas.

No obstante, también apuntan que la evidencia no es decisiva y que estas dietas no son mejores que aquellas que contienen niveles altos de grasas saludables. De hecho, estos investigadores hallaron que la dieta mediterránea, caracterizada por un elevado consumo de fibra y un consumo moderado de vino y de carne, también tiene efectos favorables sobre las enfermedades cardíacas, disminuye el riesgo de padecer cáncer, obesidad y síndrome metabólico. Esta dieta también aumenta nuestras defensas contra la neurodegeneración y ayuda a preservar las funciones cognitivas.

Los investigadores también encontraron que aquellas dietas que permiten los carbohidratos son mejores que las dietas que los excluyen ya que, por ejemplo, el consumo de cereales integrales se ha asociado con un menor riesgo de cáncer y un mejor control del peso corporal. Además, la carga glucémica es sensiblemente más baja.

Como colofón, este estudio deja una recomendación general: comer alimentos que provengan directamente de la naturaleza y evitar las comidas procesadas.