Tres alimentos supuestamente sanos que no lo son

En los últimos años la investigación en el área de la salud y la nutrición ha avanzado muchísimo. Lo que nuestros abuelos consideraban como alimentos beneficiosos, hoy no lo son tanto. A la misma vez, han surgido otros alimentos que también son dañinos para nuestra salud, como la bollería industrial y la comida rápida. Sin embargo, probablemente todo eso ya lo sabes, lo que no sabes es que solemos ingerir algunos alimentos pensando que son sanos y que deben formar parte de nuestra dieta cotidiana pero en realidad sus beneficios dejan mucho que desear. ¿Cuáles son?

1. Soja. Ya se trate de proteína de soja, leche de soja o tofú, lo cierto es que el 90% de estos productos provienen de Estados Unidos y son organismos modificados genéticamente. Esto significa que no son naturales y que contienen una enorme cantidad de pesticidas. Por tanto, si los consumimos a diario, podrían aumentar las probabilidades de padecer infertilidad o cáncer.

2. Cereales integrales. Probablemente piensas que no hay nada más sano que los cereales integrales. Es una creencia perfectamente comprensible ya que todos los días nos transmiten esta idea en los spot publicitarios pero en realidad, los cereales integrales distan mucho de ser un alimento saludable. ¿Por qué? Su consumo cotidiano puede generar inflamación y son una de las causas de la resistencia a la insulina y la leptina, esta última es una hormona que previene el síndrome metabólico y la obesidad.

3. Alimentos light. Si tienes ganas de tomar un refresco, apuestas por la variante “ligh”, “cero azúcares” o “sin grasas” porque crees que es mucho más saludable. En realidad, son una apuesta mejor que la variante convencional pero no pienses que estos alimentos son sanos porque generalmente contienen edulcorantes artificiales como el aspartamo, el sorbitol y otras sustancias sintéticas que pueden causar diferentes enfermedades.

¡No al alarmismo!

No hay por qué alarmarse. Estos alimentos, al igual que las grasas y el azúcar, son dañinos cuando se comen a diario o en cantidades desproporcionadas. Por tanto, la mejor solución sigue siendo apostar por alimentos 100% naturales y seguir una dieta variada y equilibrada.