¿Qué significa tener hipertensión arterial?

Hipertensión significa presión sanguínea mayor de lo normal. La presión arterial normal es de 120/180 medida en milímetros de mercurio. Al primer valor, 120, se le llama presión sistólica y es el valor de la presión durante la contracción del corazón. Al valor de 80 se le llama presión diastólica y representa la presión durante la relajación del corazón entre dos contracciones o latidos.

La presión aumenta con la edad y se podría considerar como normal hasta 160/95. Sin embargo, en personas jóvenes, 140/90 se considera una hipertensión leve. La hipertensión es más frecuente en personas mayores de 40 años, pero hay factores como el tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, falta de ejercicio, tensión nerviosa, obesidad, exceso de grasa, antecedentes familiares de hipertensión o enfermedades de riñón, de las glándulas suprarrenales y problemas cardíacos que predisponen a que esta se padezca desde más joven.

La hipertensión puede no causar molestias durante mucho tiempo, por lo que es necesario que se tome la presión arterial periódicamente. En personas de más de 40 años, esto debería hacerse por lo menos una vez al año. Las molestias más frecuentes cuando se sufro de hipertensión arterial es: dolor de cabeza, ahogos, palpitaciones, mareos, trastornos en la vista, desorientación (confusión).

Hay muchas personas que se toman la presión arterial a sí mismas y, aun mas, que se auto medican o compran las medicinas que les aconsejaron familiares, vecinos o amigos. Esto es un error, porque hay diferentes medicinas que se deben recetar de acuerdo a las circunstancias que se presentan en cada caso. Es por esto que una evaluación médica es recomendable para orientar el tratamiento adecuado para cada persona.

La hipertensión no tratada a la larga puede conducir a complicaciones severas como la angina de pecho, el cual es un dolor que frecuentemente puede conducir a un infarto e interactúa con la arterioesclerosis que facilitan el depósito de grasas en las arterias que se cierran causando infarto o derrame cerebral.