¿Por qué el cigarrillo electrónico no es tan saludable como pensabas?

El cigarrillo electrónico ha ganado terreno en los últimos años como una alternativa saludable para los fumadores que no quieren abandonar este hábito. Al no producir humo, en teoría es mucho más saludable que el cigarrillo convencional porque de esta forma la nicotina no afecta los pulmones del fumador. Sin embargo, lo cierto es que estudios científicos recientes han descubierto que el cigarrillo electrónico también tiene sus sombras y que si se utiliza con frecuencia puede terminar afectando la salud.

Tres peligros del cigarrillo electrónico para la salud

1. Aumenta el riesgo de sufrir enfermedades bucales. Un estudio realizado por investigadores de la  Universidad Laval desveló que el uso del cigarrillo electrónico, específicamente la exposición a algunos de sus compuestos como la glicerina vegetal, el propilenglicol y la nicotina, puede causar la muerte de numerosas células que habitan en la boca. Algunas de estas bacterias son las responsables de protegernos contra diversas enfermedades e infecciones, así como del cáncer bucal.

2. Afecta la salud pulmonar. Se ha encontrado que las personas que lo consumen tienen menos riesgo, en comparación con quienes consumen cigarrillos convencionales, de padecer cambios agudos en la función respiratoria, como la bronco-constricción. Sin embargo, lo cierto es que el cigarro electrónico puede provocar alteraciones de la función pulmonar. Se ha demostrado que puede provocar asma en los niños, además de irritación en los ojos, la garganta y las vías aéreas. Asimismo, esta nueva forma de fumar también puede ser responsable del desarrollo de la neumonía lipoidea, debido a la exposición al propilenglicol.

3. Estimula la adicción al tabaco. Uno de los grandes beneficios del cigarrillo electrónico radica en su efecto para desintoxicar a los adictos al tabaco, pero investigaciones recientes han desvelado que no siempre es así. Un estudio publicado en la revista American Journal of Public Healt encontró que los cigarrillos electrónicos, lejos de ayudar a dejar de fumar, ‘enganchan’ a quienes los consumen, incluso más que los cigarrillos convencionales. De hecho, no es el único estudio al respecto, un metaanálisis de 22 investigaciones realizado por científicos de la Universidad de Toronto tampoco ha encontrado evidencia que compruebe su eficacia para dejar de fumar.