Operar las hemorroides: Técnicas novedosas

Las hemorroides son una de las patologías más comunes en la actualidad afectando cerca del 50% de la población mayor de 50 años de edad. El trastorno en sí consiste en la protuberancia de una o más venas anales debido a la dilatación venosa que puede estar ocasionada por múltiples causas pero que generalmente suele provocar numerosas molestias en el paciente que la sufre. La solución más veloz y eficaz es operar las hemorroides.

Sin embargo, lo cierto es que muchas personas temen a este tipo de intervención quirúrgica por lo que se someten a la cirugía cuando los dolores de las hemorroides son intensos o cuando suelen sangrar en demasía. El miedo y la postergación de la decisión dependen en la mayoría de los casos de los dolores postoperatorios asociados a la cirugía.

Sin embargo, ahora en Italia se ha desarrollado la desarterialización y la hemorroidopexia, novedosas técnicas quirúrgicas que han modificado los antiguos patrones de extirpar las venas afectadas mediante el procesamiento quirúrgico.

La técnica en general consiste en saturar en vertical las venas para luego fruncirlas de manera que no salgan al exterior y no ocasionen molestias al paciente. Se realiza mediante un procedimiento que se basa en introducir un instrumental por la región anal para detectar el flujo de las arterias y una vez localizadas las arterias hemorroidales se saturan por seis puntos de manera que no quede ninguna herida externa que pueda afectar al paciente.

Así, el paciente puede regresar a su casa pasadas cuatro o cinco horas de la operación logrando una completa recuperación al otro día o a los dos días luego de la cirugía.

No obstante, los especialistas refieren que aunque los resultados de la técnica son muy beneficiosos para el paciente, no todos los que padecen de hemorroides pueden someterse a la operación; sobre todo si no toleran la anestesia local, tienen alguna patología asociada o están consumiendo anticoagulantes. También aclaran que es posible que la primera intervención no sea totalmente eficaz y haya que intervenir al paciente por segunda vez.