Los síntomas de la artritis psoriásica

La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria de las articulaciones que se asocia al trastorno de la psoriasis. Según las estadísticas afecta por igual a ambos sexos y suele aparecer con mayor frecuencia entre los 30 y 50 años de edad; sobre todo en el 10% de las personas que ya padecen de psoriasis.

Hasta el momento no se conoce una causa en particular que provoque la artritis psoriásica. Al respecto los especialistas consideran que puede deberse a una combinación de factores genéticos, inmunológicos y ambientales, aunque no lo han podido determinar con certeza.

Entre sus síntomas primeros y más usuales se encuentra la inflamación de las articulaciones, que comienza a aparecer de forma gradual y leve;  si bien en ocasiones puede surgir de manera brusca. También puede aparecer dolor articular, molestias o rigidez matutina, hinchazón, debilidad y cierta reducción en la movilidad e incluso deformaciones cuando se trata de casos de inflamación crónica.

Independientemente de los síntomas que se manifiesten, los especialistas refieren que pueden presentarse diferentes formas de artritis psoriásica: la artritis de pequeñas articulaciones que afecta esencialmente a las articulaciones de las manos y los pies, la artritis asimétrica que afecta a las articulaciones grandes de las extremidades, la poliaartritis simétrica que afecta a un gran número de articulaciones, así como la artritis mutilante que deforma o destruye las articulaciones y la espondilitis psoriásica que afecta a la columna vertebral y la articulación sacroilíaca.

Para el diagnóstico de la artritis psoriásica generalmente debe haberse identificado previamente la existencia de psoriasis con sus manifestaciones típicas. Aunque en algunos casos el diagnóstico puede complicarse ya que la artritis psoriásica precede a la psoriasis. En ambos casos se realizan análisis de laboratorio que confirman el aumento de la velocidad de sedimentación globular y de los niveles de ácido úrico o la existencia de anemia leve.

Aunque la identificación precisa del tipo de artritis psoriásica que se posee resulta muy compleja, el diagnóstico de la enfermedad garantiza la implementación eficaz de un tratamiento para aminorar los síntomas que la persona manifieste.