¿Leche desnatada o entera? ¿Cuál es mejor para la dieta?

Muchas personas han sido criadas con la leche y aún siendo adultos, no se deshacen de este hábito alimenticio. Así, ya sea porque desean bajar de peso o porque la leche entera les resulta demasiado pesada para la digestión, optan por la leche desnatada. Pero… ¿es realmente la leche desnatada la mejor opción?

El primer punto que debe analizarse es en qué se diferencia la leche desnatada de la leche entera. Así, podemos apreciar que realmente la leche desnatada nos aporta idéntica cantidad de azúcares, proteínas y calcio que la leche entera. A esto debemos sumarle el hecho que la cantidad de agua en ambas leches es prácticamente idéntica, si bien, debido a que la leche desnatada no tiene grasa, percibimos un sabor diverso.

Entonces… ¿cuál es la diferencia entre la leche desnatada y la leche entera?

La variación se encuentra en el hecho que la leche desnatada, al no contener grasas, nos aporta menos calorías pero a la misma vez debemos ser conscientes que al desechar las grasas también se eliminan las vitaminas como la A, E y la D. Si bien debe puntualizarse que en algunos casos los productores enriquecen la leche desnatada agregándole vitaminas.

Siendo aún más específicos, puede decirse que un vaso de leche entera nos brinda 126 calorías y 7,2 gramos de grasas mientras que la misma cantidad de leche desnatada nos aporta solo 72 calorías y 0,4 gramos de grasa.

Como podemos apreciar la diferencia en calorías existe pero si lo que pretendemos con la leche desnatada es disminuir el consumo de grasa, éste es perceptible siempre que estemos habituados a beber entre tres o cuatro vasos de leche entera pero si normalmente ingerimos solo un vaso de la misma, realmente el cambio a la leche desnatada será prácticamente imperceptible. Así, consumir leche desnatada sólo nos brindará beneficios palpables si estamos habituados a beber mucha leche al día o si a la misma vez, reducimos nuestro consumo de grasas y calorías contenidas en otros alimentos.