Las propiedades del jengibre

El jengibre es una planta que suele entrar en las cocinas como un condimento o de la mano de las famosas “galletitas de jengibre” pero a la misma vez posee variadas propiedades medicinales. Proveniente de la cultura asiática, las propiedades del jengibre lo convierten en un alimento útil para tratar las náuseas, sobre todo aquellas asociadas con la recuperación postquirúrgica, con el embarazo o con la quimioterapia. 

Pero el jengibre también se utiliza para aliviar los síntomas de la osteoporosis y la artritis reumatoide (si bien las investigaciones en este sentido aún son insuficientes) así como en el tratamiento de las infecciones del tracto respiratorio superior, la tos y la bronquitis.  

Recientemente un estudio desarrollado en la Universidad de Michigan sugiere que consumir pequeñas dosis de jengibre también podría disminuir el riesgo de contraer cáncer de ovario. En este caso los científicos apreciaron que cuando la aplicación del jengibre diluido a las células cancerígenas provocaba su muerte. Así, aunque aún esta idea no ha sido comprobada con toda la rigurosidad científica que demanda, los investigadores son optimistas afirmando que el jengibre podría ser una de los compuestos fundamentales para producir un medicamento menos agresivo que la quimioterapia.

Independientemente de esta “propiedad potencial”, el jengibre también es un agente antioxidante, siendo útil para limpiar las arterias y, por ende, en la prevención de enfermedades vasculares.

Actualmente es posible accede al jengibre ya sea en forma de cápsulas o en sus formas más naturales como el té o la propia planta. Aunque el consumo de jengibre es seguro para la mayoría de las personas, se recomienda que aquellos que padezcan de diabetes o de hiper-hipotensión lo consuman con moderación ya el jengibre puede disminuir el nivel de azúcar en sangre y bajar la presión arterial. Además, en dosis elevadas se desaconseja para las personas que sufran de gastritis o úlceras.