La obesidad

La obesidad se puede definir como un exceso de grasa corporal. El índice de masa corporal (IMC) mide el contenido de grasa en el cuerpo y se puede calcular de la siguiente manera:

IMC = peso en kg/talla en m²

Se denomina sobrepeso a un IMC de entre 25-29.9 y obesidad a un IMC superior a 30. Sin embargo este no constituye una medición exacta porque no toma en consideración de que algunas personas poseen un IMC alto debido a una gran masa muscular.

Un metodo más adecuado para saber si existe obesidad o no es medir el porcentaje de grasa corporal total. La obesidad suele definirse como la presencia de un 25% o más de grasa corporal total masculina y de un 35% o más de grasa corporal total femenina.

Son muchas las causas de la obesidad pero la más importante de todas  es a consecuencia de un mayor aporte energético en relación con su consumo. Es decir, si entran en el organismo cantidades de energía en forma de alimento superiores a la que se consumen, aumentara el peso corporal y la mayor parte de la energía sobrante se depositara como grasa. La obesidad se debe, por tanto, a un aporte energético exagerado en relación con su consumo.

Por cada 9.3 calorías de exceso que ingresan en el organismo, se deposita un gramo de grasa. Para que una persona adelgace el aporte de energía debe ser menor que su consumo.

Las causas de la obesidad son complejas. Aunque los genes desempeñen una importante función a la hora de establecer la entrada de alimentos y su metabolismo, los hábitos de vida  y los factores ambientales tienen una importancia decisiva para muchas personas obesas.

Estos últimos son los más importantes pues son los que mas han prevalecido desde los últimos 20 a 30 años. El sedentarismo y la ingesta de alimentos descontrolada son hábitos de vida que tienen que regularse para poder lograr con éxito la disminución de peso.