La extirpación ovárica: ¿Aumenta el riesgo de fracturas?

De esta manera, es natural que los niveles de estrógeno decaigan y con ello la densidad ósea disminuya, lo que conduciría a un aumento del riesgo de padecer fracturas. Sin embargo, muy al contrario de lo que se considera popularmente, un reciente estudio afirma que las mujeres que han tenido una extirpación ovárica no poseen un riesgo extra de padecer esta consecuencia natural de la menopausia.

El estudio publicado en la revista Menopause analizó a cerca de 6.600 mujeres de más de 65 años, de las cuales 1.157 habían sido sometidas a una extirpación ovárica alrededor de los 44 años de edad. Sin embargo, estas féminas no fueron más propensas que el resto de las mujeres a fracturarse la cadera, muñeca u otro hueso. En este grupo se registró un promedio de 54 fracturas por cada 1.000 mujeres, mientras que en el grupo que padecía de menopausia natural la cifra fue de 50 fracturas.

Al respecto, los especialistas explican que aunque la disminución del estrógeno resulta más abrupta en las mujeres que padecen de menopausia quirúrgica, las pérdida de la masa ósea en estas circunstancias no sería mayor.

En algunas ocasiones se recomienda implementar una terapia hormonal para aliviar los sofocos del período menopáusico y para proteger los huesos. Pero debe recordarse que este tratamiento se ha relacionado con un aumento del riesgo de desarrollar otras patologías como los coágulos sanguíneos, la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares o el cáncer mamario.

De esta manera, la elección o no de utilizar esta terapia combinada hormonal de estrógeno y progesterona luego de una menopausia quirúrgica queda en manos de cada paciente y de su especialista.