El tratamiento de las caries de biberón

En estos casos resulta imprescindible comenzar una acción preventiva donde se eduque a los padres del bebé en los aspectos más importantes de la salud bucal de su pequeño. De esta manera, será esencial que modifiquen la dieta del bebé eliminando las sustancias azucaradas y que posean ácidos lácteos de su dieta cotidiana. De igual manera, deberán comenzar a cepillar los dientes de su pequeño, primero con una gasa y luego con un cepillo dental para eliminar los restos de alimentos de su boca (siempre sin emplear dentífrico).

Podría además dársele al niño un aporte adicional de flúor o barniz de flúor de forma que los dientes comiencen a recuperar su esmalte y fortaleza. Sin embargo, si estas medidas preventivas no funcionan adecuadamente, será necesario que los padres asistan con el bebé a un odontólogo que se encargará de implementar el tratamiento más adecuado.

En este sentido, será oportuno restaurar el diente con obturaciones de composite para que se mantenga la estética de la dentadura. Pero en los casos de lesiones más graves se deberá recurrir al empleo de coronas o fundas para los dientes del pequeño.

De manera similar, en los casos donde la lesión se haya extendido profundamente, se realizará entonces un tratamiento en el nervio del diente. Si la lesión es muy agresiva, se procederá a extraer la pieza dental afectada. En estos últimos casos será necesario además incorporar mantenedores de espacio que además de resolver el problema estético se utilizarán para no perder el espacio de los dientes sucesores.