Dieta para limpiar las arterias

Usualmente escuchamos que una dieta alimenticia adecuada puede prevenir los efectos dañinos que conducen al desarrollo de diversas enfermedades. Pero… ¿qué sucede cuando estos efectos ya están establecidos en el organismo? ¿Qué sucede, por ejemplo, cuando ya poseemos ciertas placas en las arterias? ¿Es posible eliminar estas placas a través de la alimentación adecuada? Ahora los investigadores nos afirman que siguiendo una dieta adecuada, algunos efectos negativos de un estilo de vida inadecuado pueden revertirse y podríamos limpiar las arterias.

La dieta que produce estos efectos beneficiosos para la salud de nuestras arterias se basa en la reducción de la ingesta de calorías y comidas procesadas y el aumento del consumo de vegetales. Una dieta que podría reducir la presión sanguínea y revertir la ateroesclerosis.

Para llegar a estas conclusiones los especialistas del Dimona Nuclear Research Center de Israel sometieron a 140 personas a una dieta para la pérdida de peso. Asombrosamente, el 95% de las personas siguieron esta dieta durante todo un año, periodo por el cual se extendió el experimento. Al finalizar, pudo apreciarse que las personas presentaron la pérdida sostenida de 10 libras y disminuyeron en más de 7 mmHg su presión sistólica.

Los principales cambios en la dieta se dirigieron a reducir la cantidad de carne roja, aumentar el consumo de frutas y vegetales y eliminar la mayor cantidad de azúcar que fuese posible, incluyendo aquella contenida en el alcohol y en los zumos. Los alimentos a evitar totalmente fueron: las patatas fritas, las sodas y los donuts. De forma paulatina, estos fueron reemplazados por alimentos como: brócoli, coliflor, espinacas y acelgas.

Los científicos medían los cambios en las placas de la carótida. Al pasar dos años, se apreció una disminución del 5% en el volumen de placa de la carótida y una disminución del 1% en el endurecimiento de la misma. Como puede presuponerse, la importancia del descubrimiento se dirige no solo a la pérdida de peso sino a la posibilidad que tienen ante sí las personas obesas de cambiar su estilo de vida y revertir los daños en sus arterias.