Bajar el colesterol: ¿Por qué es tan difícil?

El colesterol elevado es uno de los principales problemas que afecta a millones de personas en los países desarrollados. Sin embargo, solucionar este “pequeño” desarreglo no es tan fácil como parece, lo saben muy bien quienes ya lo sufren.

Ante todo, debes saber que el hígado es el principal encargado de manejar las grasas en el cuerpo así como de almacenar la sangre y mantener bajo control el flujo sanguíneo. Por eso, cuando no funciona adecuadamente, se altera el nivel de lípidos en la sangre, ya sea debido a un aumento del colesterol o de los triglicéridos.

Algunos de los síntomas que te indican que puedes tener una dislipemia son:

– La aparición de eructos después de haber comido

– Náuseas, estreñimiento y sensación de tener la boca pastosa

– Intolerancia a determinados alimentos, que antes se digerían sin problemas

– Dolores de cabeza, urticaria y mal aliento

– Sensación de pesadez en la zona donde se encuentra el hígado y la vesícula

Por tanto, cuando se detecta el colesterol elevado, casi siempre se debe a una disfunción del hígado por lo que es necesario seguir determinadas pautas dietéticas que reviertan este problema, lo cual, obviamente, requiere mucho tiempo y constancia.

¿Qué hacer?

Si te han detectado el colesterol elevado o los triglicéridos altos, es fundamental que sigas estos consejos al pie de la letra:

– Reduce el consumo de grasas saturadas, lo cual indica que debes apostar por las carnes magras y evitar prácticamente todos los alimentos precocinados y la bollería industrial ya que estos casi siempre contienen grasas trans.

– Aumenta el consumo de fibra, tanto la soluble como la insoluble, porque esta facilita el arrastre de las grasas. La fibra se encuentra fundamentalmente en los granos enteros, los vegetales y las frutas.

– Apuesta por los alimentos ricos en antioxidantes porque estos evitan que las arterias se endurezcan y detienen el proceso de oxidación de las grasas.

– Evita los alimentos que irriten o hagan trabajar más al hígado, como el café, el alcohol y la sal.