Amamantar con implantes: ¿Es posible?

Sin embargo, a pesar de los beneficios para la autoestima y la apariencia personal, en muchas ocasiones los implantes de senos se convierten en una traba para el normal desarrollo de la mujer. En estos casos se encuentran sobre todo las mujeres embarazadas con implantes de senos que luego del parto no se atreven a amamantar a su hijo por temor a que el aspecto de sus senos cambie.

Al respecto, investigadores de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos realizaron un estudio para analizar los efectos y las perspectivas reales de amamantar con implantes. Para ello, estudiaron los hábitos de lactancia de 160 madres con implantes de mamas.

Como resultado obtuvieron que de las 97 madres que no amamantaban a sus hijos, el 86% pensaba que el aspecto de sus senos empeoraría. Mientras que de las 63 mujeres que amamantaron a sus hijos durante cierto tiempo sólo el 13% pensaba que su aspecto cambiaría.

De esta manera, los especialistas consideran que aquellas mujeres con implantes que pensaba que el aspecto de sus senos empeoraría con la lactancia de sus hijos, no pudieron amamantarlos. Por el contrario, aquellas que no consideraron esta idea lograron una lactancia con éxito.

En este sentido, los especialistas exponen que a pesar de resultar lógico que las mujeres luego de una cirugía estética de mamas no deseen perder su figura, la evidencia refiere que el cambio de los senos no viene dado por el proceso de amamantar, sino por el número de embarazos. Así, recomiendan optar siempre por la lactancia materna, pues además de proporcionar beneficios nutritivos y biológicos imprescindibles para la madre y su hijo, facilita además un vínculo emocional único.