Actividad física de los niños: Sus beneficios

En sentido general, los especialistas encontraron que todos los niños pasaban entre cuatro y cinco horas al día sentados en su casa. Sin embargo, los niños de los padres que no solían compartir con sus hijos pasaban hasta treinta minutos más al día practicando algún tipo de actividad pasiva como ver televisión o jugar videojuegos. Al respecto, los investigadores explican que si bien media hora al día no marca una diferencia significativa con el paso de varias semanas o años puede ejercer un fuerte impacto negativo sobre el desarrollo normal del niño.

Pero los expertos consideran que lo más alarmante de los resultados radica en el hecho de que estas cinco horas de sedentarismo al día no incluyen las siestas (tan comunes en los primeros años de vida) por lo que, gran parte de la jornada, los niños la pasan en actividades pasivas y sedentarias.

En este sentido, se percibió una ligera diferencia entre las familias cuyos padres pasaban más tiempo con sus hijos y los que no lo hacían. De hecho, los niños más activos eran los que solían pasar más tiempo con sus progenitores, incluso si estos solo se limitaban a verlos jugar.

Al respecto, los investigadores explican que este período de la infancia es una etapa crucial en la que el movimiento se convierte en algo esencial, por lo que practicar juegos que requieran moverse constantemente resultará muy oportuno para su salud futura y el correcto desarrollo físico y mental.

De esta manera, recomiendan a los padres pasar más tiempo acompañando a sus hijos y motivándolos por la práctica de actividades menos pasivas que impliquen movimientos constantes para potenciar así su desarrollo motriz.