Prostatectomía, extirpación quirúrgica o reducción de la próstata. En muchos hombres de más de 60 años, la glándula prostática se hipertrofia; ese trastorno, conocido como hiperplasia prostática benigna, puede obstruir la uretra, dificultando la micción y haciendo que el paciente sea más propenso a sufrir infecciones en el tracto urinario. La prostatectomía también se practica para tratar el cáncer de próstata. El método más común es la prostatectomía transuretral, en el que la glándula es extirpada o reducida en tamaño pasando un instrumento óptico flexible, llamado endoscopio, por la uretra. El endoscopio puede estar equipado con un alambre de tungsteno o un láser. El médico pasa el endoscopio por un agujero de la pared de la uretra para acceder a la próstata; a continuación, dirige una corriente eléctrica de alta intensidad o un láser sobre las áreas seleccionadas de la próstata para quemar el tejido. El tejido muerto es absorbido gradualmente por el cuerpo, reduciendo de manera significativa el tamaño de la glándula. En algunos casos, el endoscopio puede estar equipado con una herramienta cortante, que el médico utiliza para rasurar parte del tejido de la próstata. La prostatectomía transuretral ha sustituido en gran medida a la prostatectomía abierta, en la que la próstata es extirpada mediante una incisión en el abdomen.