Miasis, también denominada miiasis, infestación de animales (sobre todo ganado) y humanos causada por las larvas de algunas moscas. Las familias Calliphoridae, Sarcophagidae, Oestridae, Muscidae, Phoridae y Fanniidae están involucradas en este tipo de parasitismo. Cordylobia anthropophaga en el Viejo Mundo y Dermatobia hominis en el Nuevo Mundo son las especies, ambas tropicales, más importantes desde el punto de vista médico. Especial mención merece la especie americana Cochliomyia hominivorax que, además de causar grandes estragos entre el ganado bovino, puede causar la muerte de una persona en pocos días. En función del parásito que provoca la infección se distinguen tres tipos de miasis: Obligatoria: moscas cuyo desarrollo larvario tiene lugar íntegramente sobre los vertebrados vivos. Facultativa: moscas cuyas larvas se alimentan de carroña pero que ocasionalmente pueden parasitar animales vivos. Accidental: larvas de ciertas moscas que siendo habitualmente coprófagas o saprófagas pueden llevar a cabo la puesta sobre los alimentos. Son capaces de resistir la acción de los jugos gástricos y alcanzar el intestino. Desde un punto de vista clínico las miasis se pueden agrupar de la siguiente manera: Cutáneas: las larvas perforan la piel para alimentarse de la sangre del hospedador (hematofagia). En otras especies de moscas las larvas atraviesan la piel sana provocando un forúnculo, o excavan galerías y túneles, en la epidermis o tejidos más profundos, provocando graves daños en el hospedador. En otros casos los adultos son atraídos por las heridas abiertas del hospedador, depositando sobre ellas los huevos o las larvas. Miasis de las cavidades corporales: moscas que depositan los huevos o las larvas en las cavidades nasofaríngeas y oculares y en los conductos auditivos. Intestinales y urogenitales: infestaciones accidentales de esas zonas al ingerir larvas o al penetrar éstas por el recto. Ciertos adultos son atraídos por zonas infectadas o suciedad, infestando sus larvas el tracto urogenital.