¿Por qué envejecemos?

Ahora un grupo de investigadores españoles ha descubierto que los telómeros cortos son los causantes de numerosos daños en el organismo y provocan el envejecimiento.

En práctica, en nuestro cuerpo tiene lugar un proceso constante de renovación celular. Es decir, las células viejas mueren para dejar paso a las células nuevas. En este proceso se transmite el material genético de una célula a otro pero después de cierta cantidad de replicaciones, se pierden unas estructuras protectoras del ADN que son conocidas como telómeros.

Cuando el tamaño de estos telómeros es demasiado pequeño, las células interrumpen este ciclo y dejan de regenerar los tejidos. Entonces se produce el envejecimiento.

Ahora se conoce que los telómeros cortos hacen que la capacidad de división de las células sea menor y que no puedan reparar con la misma eficiencia el daño que se produce en el ADN. Así, el secreto de la vida eterna estaría en la longitud de los telómeros. En otras palabras, mientras más largos sean, más podrán replicarse las células y más se retrasará el envejecimiento.

Obviamente, más allá del proceso normal de envejecimiento, existen muchísimos otros factores que pueden alargar o acortar nuestra vida. Por ejemplo, recientemente un estudio publicado en la revista Clinical Psychological Science ha afirmado que los telómeros se acortan más rápido si nos exponemos a situaciones estresantes, ya sea desde el punto de vista psicológico o fisiológico.

¿Cuál es la solución? Al menos mientras no haya una píldora mágica que alargue los telómeros, debemos mantener un estilo de vida sano y evitar por todos los medios el estrés y la ansiedad sostenida durante varias semanas o meses.