Autolesiones: Un problema común en los adolescentes

Según las estadísticas, uno de cada 12 jóvenes en la actualidad disfruta de practicarse autolesionarse mediante cortes, quemaduras u otros  métodos que constituyen grandes riesgos para su vida. Así, las autolesiones se han convertido en un problema muy común entre los adolescentes de todo el mundo pero también está considerado como un factor predisponente al suicidio.

En este sentido, el Instituto de Psiquiatría del King´s Collage de Londres realizó un estudio en el cual se analizaron a unos 1.800 jóvenes entre los 15 y los 29 años de edad entre los años 1992 y el 2008 que vivían en Victoria, Australia.

De esta forma se pudo apreciar que las quemaduras y los cortes resultaron las formas más comunes de autolesión para los adolescentes (en una proporción mucho menor también se utilizaron otros métodos como el envenenamiento y las sobredosis de medicamentos o drogas). Sin embargo, se evidenció que casi el 90% de los adolescentes que informaban las autolesiones para la edad adulta ya no se practicaban estos métodos, aunque un 10% continuaba haciéndolo.

De esta manera, los investigadores hipotetizan que la clave de las autolesiones en esta edad pudiera ser la combinación de los cambios hormonales que tienen lugar durante la pubertad y los cambios cerebrales que transcurren como consecuencia del desarrollo de la corteza prefrontal. Por supuesto, también inciden otros factores sociales como las dificultades emocionales, las tensiones familiares y la presión de los padres. Por lo tanto, consideran que las autolesiones en esta edad pudieran representar una forma de lidiar con los problemas emocionales típicos de la adolescencia.

Al respecto, los especialistas manifestaron además, que según estudios anteriores aquellos jóvenes que se autolesionaban e ingresaban en el hospital resultaban 100 veces más propensos a suicidarse en comparación con el resto de la población.

Obviamente, debido a la estrecha relación entre las autolesiones y el suicidio, los especialistas consideran que el tratamiento de este tipo de trastornos no debería pasarse por alto y que los padres deberían buscar ayuda inmediatamente si sospechan que su hijo se autolesiona.