Los aparatos de rayos X: ¿Son seguros?
Prácticamente todas las personas en algún momento de su vida se han expuesto o se expondrán a los rayos X. Pero… ¿sabes con exactitud qué son los rayos X? ¿Los aparatos de rayos X son seguros para las personas?
La realidad es que en la vida cotidiana estamos rodeados por la radiación, ya sea por aquella que proviene de la luz en forma de rayos ultravioletas, o las pequeñas ondas que emiten los equipos electrónicos. Los rayos X utilizan una radiación ionizante que, a diferencia de otras formas de radiación, pueden atravesar el cuerpo humano. Esto es lo que permite obtener las imágenes de las estructuras internas del organismo.
No obstante, todas las partes del cuerpo no absorben los rayos X de la misma manera, es por ello que los huesos se ven blancos (debido a que el calcio contenido en los mismos absorbe las radiaciones al máximo) mientras que los órganos blandos aparecen en un color más oscuro porque absorben mucho menos.
Vale aclarar que, siendo una forma de radiación ionizante, los rayos X pueden causar alteraciones del material genético y provocar algunas mutaciones que elevan el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer. No obstante, generalmente la cantidad de rayos X a la cual se someten las personas durante una prueba diagnóstica es tan baja que el riesgo es ínfimo (aún si se llega a causar algún daño, el organismo es capaz de solucionarlo rápidamente). Además, si se toma en cuenta la información que obtiene el médico a través de la prueba y que puede ser esencial para realizar un diagnóstico de la enfermedad, entonces comprenderemos que es mejor someterse a los rayos X.
La mayoría de los estudios realizados sobre la influencia de los rayos X han demostrado que exposiciones a dosis inferiores a los 5.000 milirads no son un riesgo para la salud. Así, los rayos X representarían tan sólo el 11% de la exposición anual media a la cual nos sometemos continuamente.
De la misma forma, el riesgo que suponen los rayos X para las mujeres embarazadas, es decir, para el feto, es muy bajo. Aún así, siempre se recomienda disminuir al máximo la exposición a las fuentes de radicación durante el embarazo ya que en este momento los tejidos del feto aún son muy sensibles.