La personalidad resiliente: ¿Qué es y cómo desarrollarla?

resilienciaEn potencia, todos tenemos la capacidad de ser resilientes pero algunos logran desarrollar esta habilidad y otros no lo hacen. ¿Por qué? ¿Por qué algunas personas logran enfrentarse a los obstáculos y salir fortalecidos mientras otras se derrumban?

Aunque la resiliencia es una capacidad prácticamente innata en nuestro desarrollo, está sujeta a ciertos elementos de nuestra personalidad como el autoconocimiento, la autoestima, autovaloración, regulación emocional… que modulan su expresión en la vida cotidiana.

Los factores que condicionan la resiliencia

En realidad, ser resilientes no depende exclusivamente de nuestra fuerza de voluntad, también es necesario que intervengan determinados factores que potenciarán la posibilidad de sobreponerse de manera exitosa a las diferentes situaciones adversas.

Al respecto, recientemente en la revista Psychological Science se publicó un artículo en el cual varios investigadores desvelaron cuáles eran los aspectos clave de la resiliencia. Uno de los más importantes es la edad, los jóvenes tienden a ser menos resilientes y se les dificulta más adaptarse a las nuevas circunstancias, mientras que los adultos y ancianos suelen enfrentar las situaciones adversas de una manera más asertiva y con un costo psicológico menor.

Los recursos económicos también juegan un papel importante en el desarrollo de la resiliencia. En este estudio se apreció que los estatus socioeconómicos bajos tienen un riesgo mayor de sufrir estrés postraumático, lo cual se asocia a las trabas para acceder a los servicios de ayuda así como a un peor cuidado personal y una calidad de vida más baja.

Por supuesto, una condición importante para ser resilientes es el tipo de personalidad y los recursos psicológicos que tienen a su disposición, así como el grado de cercanía con el evento traumático o con las demás personas implicadas en él.

No obstante, vale aclarar que aunque estos elementos de índole social y personal condicionan el desarrollo de la resiliencia, eso no significa que no podamos aprender a ser resilientes.

Cinco claves para ser más resiliente

Para ser una persona resiliente no basta con la fuerza de voluntad, es necesario aprender determinadas habilidades que nos permitirán reaccionar de una manera más equilibrada ante los problemas.

1. Cultiva las relaciones interpersonales de manera que crees a tu alrededor un grupo de apoyo suficientemente sólido.

2. Desarrolla el sentido del humor y la capacidad para reírte de ti mismo.

3. Plantéate metas y objetivos que te motiven pero que, a la misma vez, sean realistas.

4. Potencia un pensamiento constructivo donde la culpabilidad no tenga cabida.

5. Acepta la realidad y aprende a ceder el control cuando no puedes cambiar una situación.

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