Efectos de la depresión: ¿Aumenta las posibilidades de tener hijos con rasgos antisociales?
Mucho se ha escrito y hablado sobre los efectos de la depresión. Se conoce, por ejemplo, que esta enfermedad puede provocar modificaciones en el estado emocional de la persona, además de debilitar el sistema inmune del organismo aumentando el riesgo de padecer disímiles enfermedades. También se ha descrito sobre la depresión patológica que ésta posee un carácter genético, lo que implicaría que afecta psicológicamente a los hijos de los progenitores que han sufrido esta enfermedad. Lo que aún no se conocía es que la depresión en las madres puede además inducir conductas antisociales en sus hijos.
En este sentido, se desarrolló por primera vez en el Reino Unido una investigación que se orientó a constatar que la depresión mental materna puede aumentar el riesgo de este tipo de conducta y no precisamente a partir de factores genéticos sino también mediante los factores medioambientales de estas familias.
Los investigadores del King College de Londres realizaron este estudio con 1.116 parejas de gemelos entre los cinco y siete años de edad. A estos gemelos y a sus padres se les realizaron pruebas para valorar la posible existencia de comportamientos antisociales, aplicándoles también a las madres pruebas de depresión.
Los resultados corroboraron que los hijos de las mujeres que habían padecido de depresión luego del embarazo poseían un riesgo mayor de presentar conductas antisociales, sobre todo si la madre había sufrido de depresión durante los primeros cinco años de vida del niño. Se evidenció además que el mayor riesgo de presencia de conductas antisociales se manifestó en los niños cuyas madres además de padecer de depresión mostraban síntomas de una personalidad antisocial.
El estudio afirma que en la aparición de los comportamientos antisociales en los niños influyen tanto los factores biológicos como los componentes ambientales. Y es que explican que las mujeres deprimidas tienden a ser más propensas a poseer rasgos de una personalidad antisocial pero, a su vez, tienden a mantener relaciones con hombres con conductas antisociales. Por esto los investigadores aseveran que los niños con madres deprimidas no solo podrían estar predispuestos genéticamente a los diversos trastornos antisociales sino que el medio en el que crecen los fomentan.
De esta forma, para el diagnóstico y tratamiento de los niños con trastorno de conducta antisocial se sugiere que debería realizarse un estudio de los antecedentes familiares, sobre todo en la madre de manera que los resultados patenticen el grado de predisposición que el niño posee ante los comportamientos antisociales.