Slow Food: Una alternativa al Fast Food
El Slow Food es un término inglés con el cual se ha acuñado un movimiento de carácter internacional que promueve una nueva filosofía en lo tocante a la alimentación. Surgida en Italia en la década del ’80, estas personas se contraponen a la estandarización del gusto promovida por los sitios donde se ofrece comida rápida y abogan por mantener las tradiciones gastronómicas locales.
Entre los múltiples objetivos del Slow Food se encuentra el hecho de que las personas aprendan a degustar los alimentos, no sólo por sus sabores y modos de preparación sino también por el entorno. Su símbolo es un caracol, un emblema que se opone a la vertiginosidad de la vida cotidiana.
Los motivos para comer en un Fast Food pueden ser múltiples, comenzando por el precio bajo de sus propuestas hasta por la rapidez del servicio o simplemente porque nos agradan los platos que allí se ofrecen. No obstante, debe recordarse que la cantidad de grasas y azúcares asociadas a este menú resulta perjudicial para la salud siempre que se convierta en un hábito alimenticio.
Por otra parte, es bien conocido que comer deprisa no es beneficioso ya que no solo nos hace la digestión más pesada sino que además, nos compulsará a comer más para sentir la sensación de saciedad.
Sustentándose en estos principios el movimiento Slow Food propone una reeducación alimentaria, sobre todo en las nuevas generaciones de forma que se recupere el placer por la comida pero que a la misma vez, se seleccionen platos más saludables que respeten el ritmo natural de nuestro organismo.
Otro de los objetivos de Slow Food se relaciona con la salvaguardia de la biodiversidad ya que intentan promover el consumo de alimentos producidos en la zona e incluso hay algunos miembros de este movimiento que han creado un listado de platos y alimentos en vías de extinción.
Sin lugar a dudas una propuesta interesante que intenta solventar varias problemáticas modernas a la misma vez: la alimentación inadecuada, el abandono de las costumbres culinarias regionales y la sobreexplotación de los recursos naturales en detrimento de otros.