Recomendaciones para combatir la caspa y la caída del cabello
No son pocas las personas que tienen caspa y a las que también se les cae el pelo. De hecho, aunque se trata de dos problemas totalmente diferentes, en realidad se conjugan con más frecuencia de lo que podemos imaginar. La mayoría de las veces la caída del cabello está condicionada por los efectos secundarios de la propia caspa, sin embargo, otras veces ambos trastornos no están relacionados y aparecen por causas diversas. En uno u otro caso, la mejor forma de combatir ambos trastornos es aplicando medidas que protejan al cabello.
¿Cómo combatir dos problemas de una sola vez?
– Mantén una buena higiene. A menudo las personas que tienen caspa y se les cae el pelo suelen lavarse la cabeza con menos frecuencia para proteger al cabello. Sin embargo, se trata de un gran mito que no solo es ineficaz sino que además afecta la salud capilar. Es cierto que lavarse el pelo todos los días no es saludable porque afecta el Ph del cuero cabelludo, pero si se demora mucho en lavar, las grasas y las células muertas que se acumulan estimularán la caspa y provocarán que se caiga más el cabello. Por lo tanto, lo ideal es que mantengamos una higiene normal, lavando el cabello cada tres días.
– Evita rascarte el cuero cabelludo. Rascarnos el cuero cabelludo cuando tenemos caspa es muy normal porque ante el intenso e incómodo picor que esta provoca. Sin embargo, se trata de un hábito muy dañino que puede provocar severas afectaciones en el cuero cabelludo. De hecho, según ha publicado el Medical New Today, 90 minutos de rascado pueden afectar de manera permanente la cutícula del cuero cabelludo provocando su adelgazamiento y, por ende, la caída del pelo.
– Toma sol y aire con frecuencia. Se ha demostrado que la acción del aire y el sol sobre el cuero cabelludo contribuyen a mejorar su salud y a evitar la caspa y la caída del pelo. Además, es una manera estupenda de oxigenar los folículos pilosos. Esto se debe a que la acción del sol y el aire sobre el cuero cabelludo es beneficiosa para la oxigenación de los folículos pilosos, a la vez que ayuda a la síntesis de la vitamina D, un nutriente que estimula el crecimiento y fortalecimiento del cabello.
– Mejora tu alimentación. Una dieta inadecuada y carente de nutrientes puede ser la responsable de la caspa o la caída del cabello. La solución, está en revertir esta carencia incluyendo en la dieta diaria alimentos ricos en los nutrientes que nuestro cabello necesita como la vitamina B6 y B12, el hierro, los ácidos omega 3, el selenio y los betacarotenos. Se pueden encontrar sobre todo en las verduras y frutas, pero también en los frutos secos, el pescado, el huevo y las carnes magras.
– Utiliza productos suaves para el cabello. Especialistas de la Clínica Mayo aseguran que lo mejor para tratar la caspa y la caída del cabello es controlar primero los síntomas de la caspa que también inciden sobre la pérdida de pelo. Para lograrlo basta utilizar champús a base de zinc y ketoconazol que además de ser suaves, tienen propiedades antifúngicas que combaten los hongos que provocan la caspa y además, evitan el exceso de grasa. Asimismo, los champús a base de ácido salicílico ayudan a reducir las molestas escamas, mientras que los cosméticos con sulfato de selenio o alquitrán de hulla retardan el proceso de muerte celular.