¿Practicas senderismo? Consejos para cuidar tus pies
Con la llegada del verano muchas personas se animan a practicar senderismo en la montaña o por el bosque. La mayoría conoce muy bien cuáles son los preparativos que se requieren y las medidas de seguridad que deben tomar, pero a menudo pasan por alto un aspecto clave: el cuidado de los pies.
La mayoría de las personas no son totalmente conscientes de la importancia de los pies para nuestra salud. Y es que los pies sostienen nuestro peso durante la mayor parte del día, por lo que deberíamos cuidarlos y tomar las medidas de higiene necesarias para que se mantengan sanos, sobre todo si pretendemos realizar actividades intensas como el senderismo. De hecho, debes considerar que cuando practicas senderismo recorres terrenos irregulares y rocosos, a los que no estás habituado y, por ende, aumenta la presión sobre los pies.
Sin embargo, esto no debería ser un problema. Por eso, los especialistas de la Escuela Universitaria de Podología de la Universidad de Barcelona nos ofrecen algunas recomendaciones para mantener los pies saludables al practicar senderismo.
Recomendaciones para cuidar los pies
- Lava los pies a diario utilizando un jabón neutro, con agua fría en verano y agua tibia en invierno.
- Seca con cuidado los pies, sobre todo en la zona entre los dedos porque tienden a guardar humedad, un ambiente propicio para que los hongos proliferen.
- Corta las uñas siempre de forma recta y lima las esquinas para evitar que se entierren en la piel cuando utilices un calzado cerrado.
- Aplica crema hidratante en los pies cada noche, pero evita la zona entre los dedos ya que tiende a guardar la humedad.
- Acude al podólogo con frecuencia para cortar las durezas y callosidades que pueden debilitar la piel de los pies.
- Utiliza calcetines de tejido natural, transpirables y sin costuras para evitar los rozamientos mientras caminas. Lo mejor es que se ajusten perfectamente al pie, pero que presionen demasiado.
- Evita mojar los pies en agua caliente antes de practicar senderismo porque el calor tiende a debilitar la piel de los pies, haciendo que sea más vulnerable a la fricción y la presión, de manera que será más propensa a sufrir ampollas.
- Escoge un calzado adecuado para practicar senderismo. Ten en cuenta la amortiguación, el contorno de la suela, los contrafuertes, la transpiración y la permeabilidad al agua. Lo ideal es que apuestes por las botas de senderismo.