Maquillajes dermatológicos para el rostro y los ojos

Por ejemplo, el objetivo de los fondos de maquillaje dermatológicos no es precisamente el de darle un color a la piel sino el de cubrir las imperfecciones del rostro y unificar el color. Esto significa que deberíamos elegir un fondo de tinta lo más parecido posible al color natural de nuestra piel. De la misma forma, si tenemos la piel seca debemos elegir una base hidratante y si tenemos una piel grasa, deberíamos decantarnos por fondos compactos que disminuyan el exceso de brillo.
Muchos de los fondos tinta poseen perfumes o conservantes que son dañinos para las pieles más sensibles; por ende, las personas que tengan este problema deberían elegir los fondos que no contengan estas sustancias.
En relación al empleo de maquillajes para la zona de los ojos, siempre debes tener en cuenta que mientras más sencilla sea la formulación de estos productos, mejores serán ya que así evitas que numerosos compuestos penetren la fina epidermis de los párpados hasta llegar a la superficie córneo-conjuntival.
De esta manera, será oportuno no emplear productos que contengan pigmentos como el óxido de cromo, algunos conservantes como los liberadores de formol o aquellas sustancias como la purpurina y ciertos nácares que tienden a irritar los ojos.
En su lugar, podrás utilizar pigmentos recubiertos como los óxidos de hierro o el azul ultramar. Eso sí, siempre deberás verificar que el producto aplicado no se corra hacia el interior del párpado ya que de esta forma aumentarán las probabilidades de irritar la córnea del ojo.
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