Los efectos del cambio de hora

El cambio de horario tiene una finalidad bien precisa: aprovechar la luz solar y ahorrar energía eléctrica. Se conoce que el ahorro energético para cada hogar con el cambio de horario de verano puede representar hasta un 8%. A la misma vez, este cambio beneficia a la industria del turismo al lograr una mayor difusión de las actividades al aire libre. No obstante, el cambio de horario también constituye una transformación en los hábitos de las personas.

Realmente el cambio de hora fomenta las actividades de ocio contribuyendo a un mejor estado de salud general sobre todo en las personas que no solían practicar actividades al aire libre cuando oscurece temprano. Sin embargo, aunque para la mayoría de las personas la adaptación a un nuevo horario resulta bien sencilla, los efectos del cambio de hora para otros no pasan desapercibidos.

La pérdida de una hora de sueño puede afectar a aquellas personas más sensibles en el momento de dormir o que padecen algunas enfermedades como la migraña o jaquecas. El cambio de horario también afecta sobre todo a las personas que poseen una conducta diurna con hábitos mañaneros; es decir, a quienes se levantan bien temprano y son más productivos en estas horas. En este caso les resulta un poco más complejo la adaptación de las características del sueño y la vigilia al nuevo sistema de hora.

Se ha comprobado además que el cambio de horario afecta también a las personas con depresión y, sobre todo, a los niños (ya que su capacidad de adaptación no se encuentra completamente desarrollada).

Por tales razones, los especialistas recomiendan que días antes del cambio de horario las personas tomen algunas medidas preventivas que faciliten su adaptación a las nuevas condiciones. Para ello será conveniente que se modifique ligeramente la hora de acostarse unos días con antelación, de igual manera se deberá mantener hábitos alimenticios sanos con una mantenida ingestión de agua. Precisamente el día del cambio de hora deberá tenerse especial cuidado al conducir, evitando el consumo de cafeína por la mañana y de alcohol por la noche.

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