Las tres enfermedades más usuales del verano
El verano no solo trae consigo diversión y relajación, sino también algunas enfermedades que amenazan con echar a perder nuestras vacaciones. La exposición al sol, el exceso de alcohol, las dietas estrictas de la “operación bikini” y las elevadas temperaturas son solo algunos de los factores que aumentan el riesgo de enfermar si no hacemos nada al respecto. Por eso, es importante estar alertas a los principales problemas que pueden pisarnos los talones.
Los tres problemas principales que debes mantener a raya durante el verano
1. Deshidratación. Con las frecuentes olas de calor que sientan casa durante el verano, no es extraño que la cantidad de personas deshidratadas aumente. De hecho, se conoce que 7 de cada 10 españoles no toma las cantidades de agua recomendadas, lo que indica que el riesgo de deshidratación durante el verano en España es un problema mucho más serio de lo que muchos consideran. Ten en cuenta que la deshidratación no solo implica una disminución del líquido corporal, sino que también tiene consecuencias para la salud en general. Para que solo tengas una idea, la deshidratación leve puede provocar dolor de cabeza, debilidad, mareos, fatiga, cansancio y somnolencia, pero cuando se hace más severa puede afectar el pulso cardiaco, la respiración, el estado cognitivo e incluso puede ser potencialmente mortal.
2. Manchas en la piel y quemaduras solares. Estar expuestos demasiado tiempo al sol, sobre todo en las horas más calurosas del día, es un serio factor de riesgo que puede provocar manchas en la piel y, en el peor de los casos, quemaduras solares y tumores. De hecho, ¿sabías que sufrir al menos cinco quemaduras solares durante la juventud puede incrementar el riesgo de padecer melanoma en la adultez? Además, exponerse demasiado al sol sin utilizar protectores solares y ropa adecuada también suele acelerar el envejecimiento de la piel ya que, estimula el proceso de oxidación celular provocando que las células de la piel apenas se puedan regenerar.
3. Alergias por picaduras. Durante el verano la piel suele ser más sensible y vulnerable a las alergias y picaduras de insectos que en cualquier otra época del año. También en este período suelen reproducirse con mayor facilidad los mosquitos, avispas, pulgas, abejas y chinches, que son los insectos responsables de las picaduras más comunes. Además, la exposición al agua, el sol y a ambientes naturales a los que no estamos acostumbrados aumenta nuestra exposición a estos insectos y con ello, el riesgo de sufrir picaduras y reacciones alérgicas a las mismas. Por lo general, las picaduras responsables de las reacciones alérgicas no suelen ser peligrosas, pero pueden provocar inflamaciones cutáneas, infecciones y edemas.