Carne roja: Tres efectos malinterpretados

carne rojaUna creencia muy extendida en la actualidad asegura que la carne roja no es del todo saludable. De hecho, numerosos estudios han encontrado algunas relaciones ocultas entre la carne roja y el riesgo de padecer algunas enfermedades. Sin embargo, ahora los científicos apuntan nuevos resultados a esta evidencia y desvelan los verdaderos efectos que provocan la carne roja en el organismo.

El verdadero rostro de la carne roja

1. La carne roja no incrementa el riesgo de cáncer. Una de las creencias más comunes sobre la carne es que, especialmente, la carne roja, aumenta el riesgo de padecer cáncer. Es cierto que la carne procesada se asocia con un riesgo mayor de cáncer, sobre todo de cáncer de colon, sin embargo, cuando se trata de la carne roja no procesada la evidencia no resulta tan evidente. Algunas investigaciones sugieren que cuando la carne roja se cocina en exceso puede formar compuestos heterocíclicos que son perjudiciales y tóxicos para el organismo. Sin embargo, el exceso de cocción y sus efectos no son exclusivos para la carne, también ocurre con muchos otros alimentos. El secreto está en el punto de cocción, no en la carne en sí.

2. La carne roja regula el índice de colesterol. Uno de los principales argumentos en contra de la carne es que tiende a tener demasiada grasa saturada y colesterol. Esto es cierto pero, nuevos estudios han demostrado que estos niveles resultan inofensivos para el organismo. De hecho, el colesterol es una sustancia vital que nuestro propio organismo se encarga de producir para asegurarse que tenemos suficiente. Por tanto, el colesterol que no consumas en la dieta, lo produce el organismo. Al respecto, un estudio realizado en la University of Connecticut asegura que en alrededor del 70% de las personas el colesterol de la carne tiene efectos mínimos, prácticamente imperceptibles, sobre el colesterol en sangre que por demás, no son perjudiciales.

3. La carne roja no afecta el sistema metabólico. Otra de las creencias más comunes sobre la carne roja asegura que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo II. Sin embargo, un estudio a gran escala desarrollado por Harvard School of Public Health y Harvard Medical School no encontró ninguna relación entre el consumo de carne roja no procesada y el incremento de estas patologías. Asimismo, otro estudio realizado en Europa por la University of Zurich tampoco halló ninguna relación. Sin embargo, ambas investigaciones hallaron una fuerte relación entre estas patologías y la carne roja procesada, lo que indica que el riesgo se relaciona con los alimentos procesados y no con la carne roja en particular.

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